�Cat�licas? �Y un cuerno!
Olavo de Carvalho
O Globo, 30 de abril de 2005
Alegando responder a mi columna del 9 de abril, las Falsas Cat�licas por el Derecho a Matar, m�s conocidas en Brasil como �Cat�licas por el Derecho a Decidir� (CDD) y en los EUA como �Catholics for a Free Choice� (CFFC), han enviado a O Globo un art�culo y una carta, esta �ltima firmada por su maestra suprema, la Sra. Kissling en persona.
Juntas, esas dos joyas de la hipocres�a universal superan el doble de la extensi�n de esta columna, pero gastan ese espacio en rodeos y subterfugios pat�ticos, sin ni siquiera intentar refutar las acusaciones que hice al movimiento.
En ninguna parte discut�, en mi art�culo, las �perspectivas liberacionistas y feministas� (sic) que las remitentes se empe�an en defender contra m�. Mucho menos hice menci�n a la vida privada de nadie, de manera que hay que entender la expresi�n �ataques personales�, esgrimida contra mis argumentos, como un t�pico forzado para lograr un chantaje emocional. En realidad, ni siquiera discut� all� la cuesti�n del aborto. Dicho sea de paso, creo que los seres m�s despreciables del planeta son esas se�oras y se�oritas que quieren darnos l�stima porque la Iglesia malvada no les deja matar a sus beb�s. Pero, en la columna del d�a 9, no toqu� en ese asunto. Las denuncias que all� hice fueron tres:
1) La CFFC y sus entidades asociadas no constituyen un movimiento cat�lico, ni siquiera cristiano en el sentido m�s el�stico del t�rmino, sino satanista. Publican odas a Lucifer y se enternecen en adoraci�n expl�cita al �dolo b�blico Baal, llam�ndole �el Se�or�.
2) Llamarse �cat�licas�, despu�s de eso, es un cinismo abyecto.
3) S�lo entraron en la Iglesia con el prop�sito de destruirla. La Sra. Kissling fue enf�tica al declarar que su ambici�n personal es derribar el papado.
�Qu� responden la Sra. Kissling y sus disc�pulas al punto 1? Nada. �Al punto 2? Nada. �Al punto 3? Nada.
En compensaci�n, mienten un mont�n sobre otros asuntos.
1) Dicen que el aborto no es materia de derecho can�nico. Rollo macabeo. El canon 1.398 del C�digo de Derecho Can�nico condena a excomuni�n a la mujer que practique el aborto y a todo aquel que la ayude a ello ll�mese CDD, CFFC o PQP (Personas Que Parieron).
2) Dicen tambi�n que nunca han sido excomulgadas. Pero es que la excomuni�n antes mencionada es autom�tica (latae sententiae) y no depende ni del aviso. Est�n excomulgad�simas y fingen no estarlo.
3) Dicen que su antigua patrocinadora, la Planned Parenthood Foundation, �ha prevenido m�s abortos que cualquier instituci�n religiosa�. �C�mo puede una red de cl�nicas de aborto haber prevenido m�s abortos que unas entidades que nunca han hecho ning�n aborto y que luchan para que nadie los haga? S�lo hay un medio para que haya efectuado ese prodigio: realizar millones de abortos legales y vanagloriarse de haber evitado as� igual n�mero de abortos ilegales. Es lo mismo que si la polic�a asesinase a inocentes, presumiendo de haber impedido as� que fuesen matados por los delincuentes.
4) Dicen que �la mayor�a de los cat�licos�, seg�n las encuestas, est�n en contra de la prohibici�n del aborto. �Pero cu�l es la prueba de que los entrevistados fuesen cat�licos, si hasta unas satanistas se autodeclaran cat�licas para d�rselas de portavoces del reba�o fiel? Hace quince a�os, los obispos de Chiapas ya denunciaron esa canallada: ��Ser� un truco para hacer que las personas crean que en la Iglesia no hay unanimidad sobre ese punto? El diablo trabaja as�.�
6) Por fin, dicen una verdad: �Trabajamos en la tradici�n de los te�logos de la liberaci�n.� Nunca pondr�a en duda algo as�.
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Nota: Como �entidades cat�licas�, la CDD y la CFFC son puras creaciones de los medios de comunicaci�n. La directiva de cualquier club tiene el derecho elemental de decidir qui�n pertenece o no a su entramado social. La Iglesia, no. Quien decide eso por ella son los periodistas, investidos ad hoc de una autoridad pontificia. Si muchos de ellos se consideran capaces de orientar a la Iglesia en materia de fe y de moral, autorizando a satanistas y a excomulgados a hablar en nombre de ella, vetando a papas, cambiando la doctrina y seleccionando los dogmas correctos e incorrectos, entonces no necesitan, obviamente, ninguna iglesia que les oriente. Son la luz del mundo, la nueva revelaci�n a la que se refiere Yeats en �The Second Coming�. Lean y lo ver�n.