Olavo de Carvalho
Zero Hora, 5 de septiembre de 2004
Despu�s del art�culo sobre Plat�n, me han llegado otras preguntas sobre el estudio de la filosof�a, la mayor parte en esta l�nea: �qu� y c�mo leer?
Mi receta es: al principio, pocas lecturas, muy bien seleccionadas, hechas con parsimonia, con el l�piz en la mano, con un diccionario de filosof�a al lado para despejar las posibles dudas, y repetidas tantas veces, cuantas necesite para ser capaz de exponer el argumento m�s claramente a�n de como lo hace el autor. Busque muchos ejemplos concretos para dar mayor visibilidad a cada idea. Despu�s, poco a poco, vaya ampliando el c�rculo, abarcando estudios eruditos sobre puntos determinados, hasta conseguir dominar la historia entera de las discusiones sobre cada tema, por ejemplo, sobre el problema de los niveles de realidad en Plat�n, los sentidos de la palabra �ser� en Arist�teles, etc. Cuando haya llegado a dominar el status quaestionis (el desarrollo hasta el estado presente) de uno s�lo de los innumerables puntos de discusi�n, entonces se dar� cuenta de lo miserable que es el debate intelectual en este pa�s y lo urgente que es formar aqu� una generaci�n de estudiantes serios. M�s urgente que todos los �planes econ�micos de emergencia� en los que se gastan en vano tantas neuronas.
Cuando digo �bien seleccionadas�, me refiero a los cl�sicos imprescindibles: Plat�n, Arist�teles, Sto. Tom�s, Leibniz, Schelling y tutti quanti. M�s adelante ofrecer� una lista.
Pero no escoja sus lecturas por autor sino por temas o problemas. C�mprese un buen diccionario de filosof�a (el de Jos� Ferrater Mora es todav�a insuperable y ha salido una buena edici�n en 4 vols. por la Martins Fontes), recorra sus art�culos en busca de las preguntas filos�ficas que le interesan (porque si no le interesan nunca llegar� a comprenderlas), y, de los varios cl�sicos mencionados al respecto, escoja uno para una lectura profundizada. Dec�dase a consagrar a esa lectura algunos meses, como si s�lo tuviese un libro para leer hasta el final de su vida. Hice eso en mi juventud con varios di�logos de Plat�n, y con los �T�picos� y la �Metaf�sica� de Arist�teles, y me alimento de esas lecturas esenciales hasta hoy, y la mayor parte de las siguientes s�lo me han servido de digestivo para a una mejor asimilaci�n de aqu�llas.
Si quiere usar el m�todo de lectura de Mortimer J. Adler (C�mo leer un libro, editora UniverCidade), no le har� ning�n da�o, pero sepa ya desde ahora que ning�n m�todo sirve para todos los libros: cada uno exigir� una estrategia diferente, que Ud. mismo ir� descubriendo.
Tenga siempre a mano una o varias obras de historia de la filosof�a (Frederick Copleston, en ingl�s, o Guillermo Fraile, en espa�ol, son suficientes) y no tenga inconveniente en interrumpir la lectura principal para consultarlas buscando comparaciones, y volviendo a ella de inmediato. La mente humana nunca avanza en l�nea recta: necesita interrupciones y rodeos. No fuerce su atenci�n cuando �sta huye hacia otro asunto: vaya al asunto que ella le sugiere y luego vuelva al punto en que estaba. Y recuerde siempre el consejo de Arist�teles: la inteligencia tiene que ser ejercitada con moderaci�n. Al principio, no estudie m�s de dos horas al d�a. Cuando llegue a cinco, ser� un gran erudito.
Vaya de los cl�sicos a los modernos y contempor�neos, y no al rev�s: es menos importante saber lo que Nietzsche pens� de Plat�n que intentar imaginarse lo que Plat�n pensar�a de Nietzsche.
Otra sugerencia: desista de adquirir una buena cultura filos�fica leyendo s�lo en portugu�s. Pero pr�cticamente no hay un buen libro de filosof�a que no tenga ediciones en ingl�s o franc�s. Es bueno tambi�n tener un diccionario de griego cl�sico para captar mejor el sentido de muchos t�rminos que los autores modernos todav�a prefieren usar en esa lengua.
Y si encuentra el libro de A. D. Sertillanges, La vida intelectual, memorice sus consejos y p�ngalos en pr�ctica. No puede imaginarse el bien que hacen.