Notas de la semana
Olavo de Carvalho
O Globo, 31 de julio de 2004
En una entrevista de Isto�, el delegado Mauro Marcelo de Lima e Silva, nuevo jefe de la Agencia Brasile�a de Inteligencia (Abin), afirma que bajo su mandato los agentes nunca ser�n infiltrados en los �movimientos sociales�, pero podr�n serlo �en las empresas�. �Lo han entendido? Una entidad como el �Movimiento de los Sin Tierra� (MST), incluso implicada en delitos notorios y vinculada con las FARC a trav�s del �Foro de S�o Paulo�, estar� a priori inmunizada contra los sabuesos oficiales, que, en cambio, dirigir�n sus miradas indiscretas hacia las entidades dedicadas a la actividad capitalista, esta s� verdaderamente sospechosa. Pero s�lo un loco como yo pensar�a ver en ello algo comunista, �no es as�?
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Mientras el Estado se empe�a en desarmar a los ciudadanos honestos, un dep�sito entero de armas ilegales de las FARC es localizado en Amazonas, y el partido oficial no piensa renegar, ni en sue�os, de las buenas relaciones que, en el �Foro de S�o Paulo�, mantiene con la narcoguerrilla colombiana.
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Como en adelante s�lo los polic�as, los militares y los dem�s funcionarios autorizados pueden llevar armas, la pregunta que se deduce autom�ticamente es: �deber�n usarlas s�lo en acto de servicio o tambi�n pueden recurrir a ellas para su defensa personal?
En la primera alternativa, el polic�a armado que sea v�ctima de asalto fuera del horario de trabajo tiene prohibido reaccionar: debe rendirse inmediatamente y entregar al asaltante un arma propiedad del Estado.
En la segunda, la defensa propia se convierte en un privilegio de clase, transgrediendo el principio de la igualdad de derechos y las reglas m�s elementales de la moralidad.
En ambas hip�tesis el desarme civil es absurdo, insultante e inconstitucional. No hay una tercera hip�tesis. Pero no por eso dejar� de ser aplicado con todas las de la ley, como si fuese la cosa m�s natural del mundo.
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He recibido noticias de que el Sr. Fray Betto est� buscando mi direcci�n residencial - no s� para qu�. He mandado responder que me env�e un e-mail y que ser� atendido inmediatamente. Como no ha escrito, he intentado localizarlo a trav�s de internet, pero la Asesor�a Especial que ocupa ni siquiera tiene un site, y en el de la Presidencia de la Rep�blica es imposible entrar: Microsoft responde que la p�gina no tiene registro de autorizaci�n. Se clicamos en Google el nombre �Fray Betto�, aparecen cientos de sites, ninguno de los cuales es suyo, sino todos de terceros que no sabemos si son representantes suyos o simples admiradores. �C�mo voy a dar mi direcci�n a una criatura tan evanescente? Para colmo, uno de los links existentes, <www.frei-betto.vipx61.biz>, conduce a una p�gina de... �pornograf�a! Es la situaci�n m�s kafkiana que he visto: un alto funcionario invisible, cuyo nombre es usado impunemente por algunos granujas para fines inmorales. Es el s�mbolo en miniatura de la anarqu�a imperante.
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En uno de sus apuntes, el c�lebre pedagogo jud�o-rumano Reuven Feuerstein se�ala las deficiencias b�sicas de la inteligencia humana responsables del fracaso escolar. Algunas de ellas son: la falta de precisi�n en captar los datos, la incapacidad para distinguir entre lo esencial y lo accesorio, la aprehensi�n epis�dica o fortuita de la realidad, la incompetencia para concebir hip�tesis, la incapacidad de manejar simult�neamente varias fuentes de informaci�n, y, como resultado, los juicios impulsivos, desplazados de la situaci�n. Corrigiendo esos defectos, el Dr. Feuerstein est� obteniendo resultados formidables hasta con ni�os considerados antes como deficientes mentales incurables.
Lo que �l no sabe es que, en el Brasil ilustrado, ninguno de esos fallos de aprehensi�n y procesamiento de la realidad es considerado como una deficiencia. Todos son modos normales e incluso obligatorios de la actividad intelectual entre las clases parlantes. Pueden ser observados diariamente en art�culos de peri�dico, en entrevistas a celebridades, en discursos en el parlamento, en leyes y decretos, en sentencias judiciales y tesis universitarias, sin hablar de algunas cartas de los lectores.
Incapaz, en el breve espacio de esta columna, de competir con el Dr. Feuerstein y de infundir capacidades en mis interlocutores, publicar� en mi site, <www.olavodecarvalho.org>, el pr�ximo lunes, algunas nuevas observaciones sobre el caso de los gays contra D. Eug�nio Sales.