Olavo de Carvalho
Zero Hora, 8 de febrero de 2004
Si usted se qued� sorprendido por lo que coment� de Bill Clinton, es porque no se imagina lo que s� de John Kerry, virtual candidato dem�crata a la presidencia de los EUA. Son cosas que Ud. nunca va a leer fuera de esta columna, pues los medios de comunicaci�n brasile�os han canonizado al Partido Dem�crata en la misma medida que han demonizado a los republicanos, y no van a sacrificar por hechos insignificantes la pureza de su fidelidad ideol�gica.
El principal patrocinador de la campa�a de Kerry � e, indirectamente, de la pr�xima Convenci�n Nacional Dem�crata, marcada para julio en Boston -- es nada menos que el gobierno comunista de Vietnam. La ayuda no ha venido de la nada: es una retribuci�n de los favores recibidos hace a�os. Cuando los EUA no ten�an relaciones con el Vietnam, el entonces senador Kerry apa�� unos discretos encuentros entre el teniente coronel Liu Chaoying, de la inteligencia vietnamita, y los funcionarios de la Comisi�n de T�tulos y Cambio de los EUA. El gobierno de Vietnam, otro r�gimen comunista fracasado, estaba ansioso por entrar en el mercado capitalista mundial, pero eso era imposible sin el restablecimiento de las relaciones diplom�ticas con los EUA. El mayor obst�culo eran los prisioneros de guerra americanos que permanec�an en territorio vietnamita, sobre los que el gobierno local no quer�a dar ninguna informaci�n. Kerry, que est� a favor de la paz y del di�logo, no pod�a soportar esa situaci�n inhumana. Entonces cre� en el Senado una Comisi�n de Prisioneros de Guerra, en cuya presidencia puso a la Srta. Francis Zwenig. La buena chica enseguida encontr� una soluci�n, sugiriendo a los vietnamitas que simplemente se inventasen algunas historias para explicar el destino de los prisioneros desaparecidos. Kerry fue sorprendido por las c�maras cuando garantizaba a sus queridos vietnamitas que no tendr�an ning�n problema por ello. Y ten�a raz�n: el gobierno de EUA acab� trag�ndose las patra�as. Las relaciones fueron restablecidas y los vietnamitas pudieron por fin abrir en territorio americano empresas de fachada para comprar material b�lico que acto seguido revenden a China.
Otro importante patrocinador de Kerry es Hassan Nemazee, un iran� que, para poder hacer donaciones de campa�a al Partido Dem�crata, ya ha falsificado su identidad dos veces, una como venezolano, otra como indio. Fundador del Iranian American Political Action Committee (IAPAC), Nemazee hizo su fortuna enriqueciendo a los mul�s y ayatol�s que gobiernan Ir�n y otros pa�ses notoriamente anfitriones y protectores de organizaciones terroristas.
La Associated Press confirma que al menos tres veces Kerry fue pillado recomendando para altos cargos en bancos federales a personas de las que acababa de recibir donaciones.
Es por todo eso por lo que Kerry recibi� de sus enemigos el mote de Cash-and-Kerry, que suena exactamente �cash-and-carry�, pague y ll�veselo.
Pero no crean que Kerry piensa s�lo en el dinero. �l confes� que, en la guerra de Vietnam, cometi� �las mismas atrocidades que otros muchos miles cometieron�. Y encima a�adi� que �todos esos actos contrarios a la convenci�n de Ginebra, fueron cometidos por �rdenes escritas y que los hombres que los ordenaron son criminales de guerra�. Conmovedora confesi�n, �no les parece? Ser�a una prueba de honestidad, si no le faltara un detalle. Kerry, en la �poca de los combates, no era soldado raso: era oficial superior. �l no recib�a las �rdenes, sino que las firmaba.
Por vez primera, un pa�s que hasta hace s�lo una d�cada se negaba a votar a candidatos que no tuviesen una hoja de servicios militares al menos honrosa, corre peligro de aceptar como presidente a un criminal de guerra confeso, adem�s de truh�n nato.