Salvando mi piel
Olavo de Carvalho
Zero Hora, 6 de abril de 2003
He sido invitado a participar en el Forum de la Libertad, pero no podr� presentarme, por un motivo muy sencillo: dos sites de internet, www.comunismo.com.br y "M�dia Independente" -- este �ltimo una ONG millonaria con filiales en un centenar de pa�ses -- est�n promoviendo una campa�a p�blica para el exterminio f�sico de mi persona, y en esas circunstancias tengo que quedarme en Rio de Janeiro para tomar las medidas judiciales pertinentes.
"Ejecuci�n sumaria, sin derecho a defensa", exige un de esos sites, mientras el otro informa en qu� lugar se me puede encontrar y sugiere: ��Ser� que ya no es hora de poner f�sicamente fin a ese c�ncer llamado Olavo de Carvalho? (m�s detalles en www.olavodecarvalho.org).
Esas cosas pueden parecer extravagantes, pero es muy normal que sucedan en una �poca en la que el propio gobierno, en vez de proteger a la poblaci�n de los agentes de las FARC que est�n dominando la industria de la violencia nacional, prefiere proteger a las FARC del peligro de ser llamadas "terroristas" por el malvado presidente de Colombia.
Pero m�s criminal a�n que esa incitaci�n al homicidio es el esfuerzo que hacen los medios de comunicaci�n por encubrir la noticia m�s importante del a�o: el diputado Alberto Fraga (PMDB-DF) ha anunciado en la C�mara que posee pruebas fidedignas de que el PT fue financiado por las FARC en las �ltimas elecciones federales y estatales. Aunque el diputado ya ha recogido 86 firmas para pedir la instauraci�n de una Comisi�n Parlamentaria de Investigaci�n [CPI], nada de eso aparece en los peri�dicos o en la TV. Probablemente tampoco ser� divulgado en el Forum de la Libertad, que, por falta de apoyo del empresariado, ha sido reducido al tipo de oposici�n auto-castrada que es lo �nico que cabe en un pa�s gobernado por los colegas de Fidel Castro.
En el �nterin, el gobierno brasile�o admite que los l�deres de las FARC est�n c�modamente instalados en el territorio nacional y, claro est�, no hace nada por perturbar el sosiego de tan ilustres visitantes, responsables, seg�n su socio Beira-Mar, del suministro de doscientas toneladas de coca�na, por a�o, al mercado brasile�o. Hablar de "colombianizaci�n" del Brasil, ante eso, es optimismo: en Colombia, las FARC est�n fuera de la ley; en Brasil, bajo la protecci�n de la ley.
Y no s�lo de la ley, por cierto. Si, por un lado, la articulaci�n de la narcoguerrilla continental con el terrorismo musulm�n ya ha sido m�s que comprobada por la presencia masiva de representantes de este �ltimo en el gobierno Hugo Ch�vez y en la Triple Frontera [Brasil-Argentina-Paraguay], los medios de comunicaci�n, por su parte, est�n empe�ados en una fort�sima campa�a para demonizar a las tropas anglo-americanas y salvar la cara del r�gimen Sadam Husein, abrigo y fortaleza de muchas organizaciones terroristas.
Es l�gico, tambi�n, que al Sr. Luiz Eduardo Soares, una de las estrellas del Forum de la Libertad de este a�o, y uno de los servidores de la revoluci�n mundial, dif�cilmente se le molestar� con menciones a temas tan desagradables, sino que le dejar�n en paz para que exponga la teor�a oficial, seg�n la cual la miseria y el paro ha engendrado, por v�as milagrosas e incomprensibles, la m�quina multimillonaria del narcotr�fico y de los secuestros, articulada pol�ticamente por entero en el Foro de S�o Paulo, entidad fundada y liderada por nuestro presidente de la Rep�blica.
Hubo una �poca en la que por nada de este mundo me perder�a la oportunidad de poner en un aprieto al Sr. Luiz Eduardo con preguntas que, en mi ausencia, no le har� nadie. Pero ahora no puedo: estoy muy ocupado tratando de salvar mi piel, y creo que no est� lejos el d�a en el que los lectores se ver�n inmersos en id�ntica incomodidad.