Echando por tierra la historia oficial de 1964. Cuarenta y dos a�os de mentiras.

Olavo de Carvalho

M�dia sem m�scara, A�o 1, N� 3, 18 Septiembre 2002

 

 

�Cree usted que los americanos tramaron el golpe del 31 de marzo de 1964? Pues el ex-jefe del espionaje sovi�tico en Brasil [Ladislav Bittman] cuenta aqu� qui�n invent� esa historia: fue �l mismo.

 

NOTA PREVIA DE OLAVO DE CARVALHO

 

Desde 1964, la creencia, lanzada por la oposici�n izquierdista, de que el golpe del 31 de marzo de ese a�o fue orquestado por los norteamericanos, ha ido ganando espacio cada vez mayor en los medios de comunicaci�n, en los libros de "Historia" y en la ense�anza, hasta convertirse en un dogma que s�lo un lun�tico o un desalmado agente del imperialismo se atrever�a discutir.

 

Sin embargo, se basa por completo en documentos falsos, forjados por el espionaje checo que, en aquella �poca, era el brazo de la KGB en Brasil.

 

Quien ha contado eso con todo lujo de detalles ha sido nada menos que el propio coordinador de la operaci�n, Ladislav Bittman.

 

Su confesi�n est� en el libro The KGB And Soviet Disinformation. Este libro, publicado en Washington en 1985, ha sido totalmente ignorado en Brasil, tanto por los periodistas como por los llamados "investigadores" acad�micos.

 

Esa omisi�n, fruto del desinter�s o del inter�s, ha contribuido enormemente a la consolidaci�n de la mentira como verdad absoluta, transmitida a dos generaciones de lectores y estudiantes.

 

Hasta 2001, los due�os de la opini�n p�blica todav�a pod�an, veros�milmente, alegar ignorancia. El 17 de febrero de ese a�o, sin embargo, publiqu� en �poca un art�culo que resum�a las revelaciones de Bittman y hac�a un llamamiento a la conciencia moral de los periodistas para que alguno de ellos tomase la iniciativa de entrevistar al ex-jefe del espionaje checo.

 

In�til. La �nica respuesta fue un silencio aterrador, m�s elocuente que mil altavoces en un mitin de Lula.

 

La leyenda del "golpe tramado por la CIA" ha seguido difundi�ndose por todo el pa�s y ha acabado por entrar en los libros did�cticos, transmitiendo incluso a los ni�os de los colegios una perversa mentira comunista.

 

"El peri�dico lucra con la noticia que no sale", dec�a Gondim da Fonseca. En la �poca en que dijo eso los peri�dicos eran econ�micamente d�biles, y los patrones dictaban las pautas, en efecto, seg�n la l�nea de sus intereses comerciales. En el nuevo periodismo que surgi� en Brasil a partir de la d�cada de los 70, actuando en varios campos a la vez, la independencia econ�mica de las empresas ha aumentado mucho la autonom�a de las redacciones, que pasaron a dictar la l�nea pol�tica de los peri�dicos a salvo de interferencias comerciales. Los peri�dicos siguen lucrando con las noticias que no salen. Pero el lucro de la omisi�n ya no es comercial, es pol�tico, y no beneficia a los patrones, sino a la militancia izquierdista organizada, perversa y prodigiosamente maquiav�lica que hoy domina las redacciones. M�dia sem m�scara (MSM) est� acumulando prueba sobre prueba en apoyo de esta observaci�n.

 

El caso de Ladislav Bittman es, entre dichas pruebas, una de las m�s elocuentes.

 

�Qu� excusa se podr�a encontrar para el silencio general y uniforme de los medios de comunicaci�n respecto a revelaciones tan fundamentales, de fuente tan libre de sospecha, que pudiera cambiar de arriba a abajo la visi�n de cuatro d�cadas de historia de Brasil? No hay excusa, pero hay explicaci�n: esas revelaciones ten�an que ser ocultadas precisamente por eso, porque modificar�an la visi�n oficial de cuatro d�cadas de Historia de Brasil, consagrada por un pacto de sinvergonzoner�as acad�micas y period�sticas.

 

Tambi�n ser�a un exceso de ingenuidad pensar que, con la ca�da de la URSS, operaciones de desinformaci�n como la que Bittman describe en su libro han dejado de ser realizadas, en Brasil o en cualquier otro pa�s. La KGB s�lo ha cambiado de nombre por en�sima vez, el servicio secreto chino ha ampliado sus actividades hasta el punto de conseguir influenciar directamente sobre un presidente de EUA, y la red de contactos del espionaje comunista en el mundo occidental contin�a intacta y a pleno rendimiento, principalmente por lo que se refiere al trabajo de los agentes de influencia, que en los medios de comunicaci�n brasile�os son abundantes y, en algunos casos, - para quien ha estudiado el asunto - notorios.

 

La �nica diferencia entre la situaci�n de hoy y la de hace treinta a�os, en ese aspecto, es que el fin de la URSS, exactamente como hab�a previsto Anatoliy Golytsin en New Lies for Old, ha sido usado como pretexto para desacreditar, inhibir y reprimir toda investigaci�n, de modo que el trabajo de esp�as y agentes de influencia comunistas y pro-comunistas nunca se ha desarrollado con tanta libertad y en condiciones tan favorables como ahora. Pero, a tal fin, no s�lo ha sido usada la alegaci�n de la ca�da de la URSS. Las nuevas modas mentales introducidas en Occidente desde la d�cada de los 60 - muchas de ellas creadas directamente por la KGB � tambi�n han servido para lo mismo. La fuerza inhibidora de lo "pol�ticamente correcto" fue muy usada durante el gobierno Clinton para bloquear investigaciones contra los terroristas �rabes y los esp�as chinos.

 

En esas circunstancias, no es muy dif�cil saber por qu�, en Brasil, las denuncias de la vinculaci�n del PT con la narcoguerrilla colombiana nunca son investigadas. Por las mismas razones, la CUT [Central �nica de los Trabajadores] puede incluso presumir de que tiene ochocientos periodistas en su n�mina, sin que nadie en los medios de comunicaci�n vea en ello nada anormal. La cosa est� clara: no se paga a agentes de influencia para que se denuncien a s� mismos.

 

Important�simo, en este aspecto, es el trabajo de los corresponsales extranjeros. Vladimir Boukovski, en Jugement � Moscou, informa de que ha descubierto en los Archivos del Comit� Central del PCUS pruebas de que una buena parte de los corresponsales en Par�s, Londres y Nueva York estaba en la n�mina de la KGB.

 

Para valorar la magnitud de la actividad de ese tipo de corresponsales en Brasil, basta notar que hasta hoy, en muchos peri�dicos extranjeros � incluido Pravda (cuyas noticias al respecto ser�n dentro de poco reproducidas en MSM) -, los asesinatos de los alcaldes petistas de Santo Andr� y Campinas todav�a aparecen como obra homicida de grupos de "extrema derecha", incluso despu�s de haber sido probado que no fueron nada de eso. El env�o de desinformaci�n al Exterior es importante para mantener encendida la llama de la opini�n p�blica izquierdista mundial, usada como instrumento de presi�n para influenciar sobre la pol�tica brasile�a en los momentos decisivos. El gobierno petista de Rio Grande do Sul, por ejemplo, tiene hoy m�s apoyo en Londres y Par�s que en Porto Alegre, pero nadie en este pa�s ha intentado hasta hoy rastrear las conexiones pol�ticas de los corresponsales extranjeros que han producido ese milagro.

 

El texto de Ladislav Bittman tiene por tanto que ser le�do no s�lo como un relato hist�rico, sino como un modelo para el an�lisis de los medios de comunicaci�n brasile�os en el presente.

 

 

 

La desinformaci�n sovi�tica en Brasil

y el golpe de 1964

 

Ladislav Bittman

 

Extra�do de: Ladislav Bittman, The KGB And Soviet Disinformation. An Insider's View, Washington, Pergamon-Brassey's, 1985.

 

Bajo la directa supervisi�n sovi�tica, el departamento de desinformaci�n checo, durante los a�os siguientes, cre� centenares de estratagemas contra Estados Unidos, mejor� antiguas t�cnicas de falsificaci�n y desarroll� nuevas. Cuando Ivan I. Agayants, el oficial comandante del departamento de desinformaci�n sovi�tico, visit� Praga en 1965, felicit� a sus subordinados checos por sus �xitos e insisti� en la necesidad de reforzar la coordinaci�n entre los servicios de inteligencia del Pacto de Varsovia.

 

La mayor�a de esas victorias fue lograda en pa�ses en v�as de desarrollo, preocupados por un alto �ndice de paro, por complicados problemas sociales, ling��sticos, tribales y econ�micos, por un nacionalismo agresivo, por la injerencia de los oficiales militares en asuntos pol�ticos y por una considerable ingenuidad de sus l�deres pol�ticos. Am�rica Latina, con sus fuertes sentimientos antiamericanos, fue un terreno especialmente f�rtil y respondi� bien a las provocaciones del Este Europeo. Usando M�xico y Uruguay como base de operaciones para el resto del continente, la inteligencia checoslovaca concentr� su atenci�n primeramente en Brasil, Argentina y Chile, as� como en M�xico y Uruguay.

 

En febrero de 1965, el servicio me envi� a diversos pa�ses latinoamericanos, incluidos Brasil y Argentina, para hacer en ellos una valoraci�n personal del clima pol�tico y buscar nuevas l�neas de acci�n. En aquel tiempo, la inteligencia checa ten�a numerosos periodistas a su disposici�n en Am�rica Latina. Ejerci� su influencia ideol�gica y financieramente sobre diversos peri�dicos de M�xico y Uruguay e incluso dirigi� un peri�dico pol�tico brasile�o hasta abril de 1964. Pero la desinformaci�n estaba tradicionalmente vinculada, en gran parte, a t�cnicas de falsificaci�n.

 

La Operaci�n Thomas Mann estaba llegando a su fase conclusiva cuando llegu� a Brasil. Su objetivo era demostrar que la pol�tica externa americana en Am�rica Latina hab�a sufrido una fundamental revisi�n y transformaci�n tras la muerte del presidente John F. Kennedy. Quer�amos dar �nfasis a una supuesta pol�tica americana de explotaci�n y de ingerencia en los asuntos internos de los pa�ses latinoamericanos. De acuerdo con la teor�a inventada, el Secretario Asistente de Estado, Thomas A. Mann, era el autor y director de la nueva pol�tica. Quer�amos crear la impresi�n de que los Estados Unidos estaban imponiendo una presi�n econ�mica injusta a aquellos pa�ses sudamericanos con pol�ticas desfavorables a las inversiones del capital privado norteamericano. Tambi�n quer�amos crear la impresi�n de que los Estados Unidos estaban forzando a la Organizaci�n de Estados Americanos (OEA) a tomar una postura m�s anticomunista, y a la vez que la CIA planeaba golpes contra los reg�menes de Chile, Uruguay, Brasil, M�xico y Cuba. La operaci�n fue planeada para crear en el p�blico latinoamericano una prevenci�n contra �la nueva pol�tica americana de l�nea dura�, incentivar manifestaciones m�s intensas de sentimientos antiamericanos y colgarle a la CIA el sambenito de consabida maquinadora de intrigas antidemocr�ticas.

 

La operaci�n depend�a s�lo de algunos canales an�nimos para poder difundir toda una serie de documentos falsos. El primero � un press release falso de la Agencia de Informaci�n de Estados Unidos (USIA) en Rio de Janeiro - conten�a los principios fundamentales de la "nueva pol�tica externa americana". En segundo lugar se falsific� una serie de circulares publicadas en nombre de una organizaci�n ficticia llamada "Comit� para la Lucha contra el Imperialismo Yanqui". El objetivo declarado de esa organizaci�n inexistente era alertar al p�blico latinoamericano sobre la existencia de centenares de agentes de la CIA, del DOD y del FBI, disfrazados de diplom�ticos. El tercer documento falso fue una carta supuestamente escrita por J. Edgar Hoover, director del FBI, a Thomas A. Brady, un agente del FBI. La carta atribu�a al FBI y a la CIA la ejecuci�n exitosa del golpe de estado brasile�o de 1964.

 

El falso press release de la USIA en Rio de Janeiro fue ciclostilado y distribuido a mediados de febrero de 1964, en un simulacro de sobre de la USIA, a la prensa brasile�a y a algunos pol�ticos brasile�os escogidos. Una carta de presentaci�n, anexada al release y supuestamente escrita por un funcionario local de la USIA, declaraba que el jefe americano de la misi�n hab�a mandado destruir la carta por ser demasiado franca. El funcionario revelaba que hab�a conseguido salvar varias copias y que las enviaba a la prensa brasile�a porque estaba convencido de que el p�blico ten�a que saber la verdad. Como conclusi�n, el remitente an�nimo dec�a que no pod�a revelar su nombre porque no pod�a poner en peligro su puesto de trabajo.

 

El 27 de febrero de 1964, la falsificaci�n apareci� en el peri�dico brasile�o O Seman�rio bajo el titular "MANN DECIDE L�NEA DURA DE EUA: NO SOMOS VENDEDORES AMBULANTES COMO PARA QUE REGATEEN CON NOSOTROS". Un ataque antiamericano acompa�aba al texto flasificado del press release. Algunos d�as despu�s, el 2 de marzo de 1964, Guerreiro Ramos, un miembro del Partido Laborista Brasile�o (PTB), hizo un discurso en el que comentaba la nueva pol�tica atribuida a Thomas Mann y conclu�a que obviamente los Estados Unidos hab�an vuelto a la l�nea dura de John Foster Dulles tras la muerte del presidente Kennedy. (Posteriormente reconoci� su equivocaci�n y explic� que la declaraci�n atribuida a Mann se basaba en un documento falso.) En una declaraci�n p�blica del 3 de marzo, el embajador americano en Rio de Janeiro contest� a los funcionarios brasile�os que Mann jam�s hab�a propuesto tal pol�tica y que su embajada jam�s hab�a emitido aquel press release.

 

En los meses siguientes, la prensa izquierdista latinoamericana emple� el nombre de Thomas A. Mann como un s�mbolo vivo del imperialismo americano. El 29 de abril de 1964, el semanario mexicano pro-comunista Siempre public� un art�culo haciendo referencia al llamado �Plan Thomas Mann contra Am�rica Latina�, y a�adi� que dicho plan persegu�a la ca�da de los gobiernos de Chile, Brasil, Uruguay y Cuba, as� como el aislamiento de M�xico durante el a�o 1964; el peri�dico uruguayo �poca reprodujo la misma acusaci�n el 20 de mayo. Dos semanas despu�s, el primer secretario del Partido Comunista Uruguayo habl� en el parlamento, en el contexto de una discusi�n sobre exportaciones americanas, y acus� a Thomas Mann de "favorecer c�nicamente golpes de Estado". Como la embajada americana en Montevideo - al d�a siguiente - public� una nota diciendo que el llamado �Plan Thomas Mann� era una falsedad, el �rgano de prensa comunista El Popular contest�, el 5 de junio de 1964, con un art�culo significativamente titulado "Mister Mann: Plan de Guerrilla para toda Am�rica Latina". Incluso bastante tiempo despu�s, el 16 de junio de 1965, el peri�dico izquierdista mexicano El Dia public� un cuarto de p�gina con un anuncio del "Comit� de Coordinaci�n Nacional para el apoyo a la Revoluci�n Cubana". El art�culo declaraba que, en 1964, Mann hab�a liderado la Operaci�n Aislamiento, creada para debilitar el puesto de Cuba como l�der de la lucha antiimperialista en Am�rica Latina.

 

Como he mencionado antes, una segunda t�cnica usada en esa campa�a de desinformaci�n consisti� en la distribuci�n de circulares y manifiestos con el nombre de una organizaci�n falsa, el "Comit� para la Lucha contra el Imperialismo Yanqui". La mayor parte de esos documentos identificaba como esp�as a los representantes norteamericanos en Am�rica Latina, incluidos diplom�ticos, hombres de negocios y periodistas. La selecci�n de candidatos era relativamente sencilla. Publicaciones americanas conten�an valiosos datos biogr�ficos sobre los diplom�ticos americanos y los funcionarios de diversas organizaciones oficiales y privadas americanas que trabajaban en el exterior. Era f�cil seleccionar aqu�llos cuya biograf�a se ajustaba mejor al objetivo del infundio. Esas acusaciones falsas eran aceptadas la mayor parte de las veces como una informaci�n fiable.

 

En julio de 1964, el p�blico latinoamericano recibi� una "prueba" adicional de las actividades subversivas americanas en forma de dos cartas falsas firmadas por J. Edgar Hoover. Ambas iban dirigidas a Thomas Brandy, un funcionario del FBI. La primera, fechada el 2 de enero de 1961, era un mensaje de felicitaci�n a Brady con motivo de sus veinte a�os de servicio en el FBI. Su objetivo era autentificar una segunda carta, fechada el 15 de abril de 1964 y dirigida a la misma persona.

 

 

Washington, D.C

15 de abril de 1964

Personal

 

Caro Sr. Brady: Mediante la presente quiero expresar mi aprecio personal a cada agente destinado en Brasil, por los servicios prestados en la ejecuci�n de la "Revisi�n".

Mi admiraci�n por la forma din�mica y eficiente con que esa operaci�n a gran escala ha sido ejecutada, en un pa�s extranjero y en condiciones dif�ciles, me ha movido a expresarle mi gratitud. El personal de la CIA ha cumplido bien con su papel y ha conseguido muchas cosas. Sin embargo, los esfuerzos de nuestros agentes han tenido un m�rito especial. Estoy satisfecho sobre todo de que nuestra participaci�n en el caso se haya mantenido en secreto y de que la Administraci�n no haya tenido que hacer declaraciones p�blicas para negarla. Todos podemos estar orgullosos de la participaci�n crucial del FBI en la protecci�n de la seguridad de la Naci�n, incluso fuera de sus fronteras.

S� muy bien que nuestros agentes muchas veces hacen sacrificios personales en el cumplimiento de sus deberes. Las condiciones de vida en Brasil puede que no sean las mejores, pero es realmente muy estimulante saber - por vuestra lealtad y por las actividades mediante las que hab�is prestado servicio a vuestro pa�s, de forma crucial aunque callada � que no abandon�is el trabajo. Este esp�ritu es el que permite que nuestro Bureau afronte hoy con �xito sus graves responsabilidades. Sinceramente, J. E. Hoover

 

 

Como se deduce del texto, la intenci�n de la falsificaci�n era probar la implicaci�n directa americana en la deposici�n del gobierno brasile�o de Jo�o Goulart. El servicio checoslovaco habr�a preferido echar toda la culpa a la CIA, pero el motivo de la inclusi�n del FBI en la conspiraci�n americana fue muy prosaico: el servicio secreto no ten�a en ese momento el modelo de papel timbrado oficial de la CIA. La falsificaci�n y una de las circulares mencionadas anteriormente aparecieron primero en el peri�dico argentino Prop�sitos, el 23 de julio. A esta publicaci�n le sigui� una reacci�n en cadena en la prensa latinoamericana, a medida que los peri�dicos, uno a uno, se turnaban en denunciar esa "nueva onda de actividad subversiva americana." *

 

* �ltima Hora, Santiago, 24 de julio de 1964; Vistazo, Santiago, 27 de julio de 1964; El Siglo, Santiago, 28 de julio de 1964; El Popular, Montevideo, 28 de julio de 1964; Prensa Latina, Montevideo, 28 de julio de 1964; Marcha, Montevideo, 31 de julio de 1964; �poca, Montevideo, 1 de agosto de 1964; Combate, Santiago, 1 de agosto de 1964; El Siglo, Santiago, 2 de agosto de 1964; El D�a, Ciudad de M�xico, 17 y 20 de enero de 1965; La Gacota, Bogot�, marzo/abril, 1965; y probablemente muchos m�s.

 

 

 

Ap�ndice

 

Sugerencia a los colegas

Olavo de Carvalho

�poca, 17 de Febrero de 2001

 

�Por qu� nadie entrevista a Ladislav Bittman, el ex-esp�a checo que lo sabe todo sobre 1964?

 

Millones de ni�os brasile�os, en las escuelas p�blicas, son educados para repetir que el golpe militar de 1964 fue obra de los Estados Unidos, como parte de un proyecto de endurecimiento general de la pol�tica exterior yanqui en Am�rica Latina.

 

�Saben qui�n invent� esa historia y la difundi� por la prensa de este pa�s? Fue el servicio secreto de Checoslovaquia, que en aquel tiempo subvencionaba a numerosos periodistas y peri�dicos brasile�os. El jefe del servicio checo de desinformaci�n, Ladislav Bittman, en persona, vino a inspeccionar las fases finales del ingenioso plan que se llam� "Operaci�n Thomas Mann". Ese nombre no alud�a al novelista, sino al entonces secretario-adjunto de Estado, Thomas A. Mann, a quien se deber�a hacer pasar como responsable de una "nueva pol�tica exterior" de incentivo a los golpes de Estado.

 

La sinvergonzoner�a fue realizada a trav�s de la distribuci�n an�nima de documentos falsificados, que la prensa y los pol�ticos brasile�os, sin la menor comprobaci�n, se tragaron como "pruebas" del intervencionismo americano. El primer paso fue dado en febrero de 1964: un documento con sello y sobre falsos de la Agencia de Informaci�n de EUA en Rio de Janeiro, que resum�a los principios generales de la "nueva pol�tica". La cosa lleg� a los peri�dicos junto con una carta de un falso funcionario americano an�nimo, que interpretaba, como en las pel�culas, el papel del h�roe oscuro que, juzgando que "el pueblo tiene derecho a saber", divulgaba el secreto que sus jefes le hab�an mandado guardar.

 

El esc�ndalo estall� con grandes titulares y los planes siniestros del Sr. Mann fueron denunciados en el Congreso. El embajador americano desminti� que tales planes existiesen, pero ya era tarde: toda la prensa y la intelectualidad izquierdistas de las Am�ricas ya se hab�an movilizado para confirmar la patra�a checa. La mentira penetr� tan hondo que, tres d�cadas y media despu�s, el nombre de Thomas A. Mann a�n es citado como s�mbolo vivo del imperialismo intervencionista.

 

A esa primera falsificaci�n le siguieron varias m�s, para darle credibilidad, entre ellas una lista de "agentes de la CIA" infiltrados en los medios diplom�ticos, empresariales y pol�ticos brasile�os, que circul� por los peri�dicos como de autor�a de un "Comit� de Lucha Contra el Imperialismo Americano", que nunca existi� fuera de la cabeza de los agentes checos. En realidad, confes� Bittman, "no conoc�amos ni un s�lo agente de la CIA en acci�n en Brasil". Pero el montaje m�s espectacular fue una carta de 15 de abril de 1964, con firma falsificada de J. Edgar Hoover, en la que el jefe del FBI felicitaba a su funcionario Thomas Brady por el �xito de cierta "operaci�n", que, por el contexto, cualquier lector identificaba inmediatamente con el golpe que hab�a depuesto a Jo�o Goulart.

 

Toda una bibliograf�a con pretensiones historiogr�ficas, toda una visi�n de nuestro pasado y unas cuantas docenas de glorias acad�micas se han construido sobre esos documentos falsos. Bien, el fraude ya ha sido desenmascarado por uno de sus propios autores, y no fue ayer o anteayer. Bittman cont� todo en 1985, tras desertar del servicio secreto checo. Lo que pasa es que hasta hoy esa confesi�n sigue siendo ignorada por el p�blico brasile�o, bloqueada por la amalgama de pereza, ignorancia, inter�s y complicidad que ha transformado a muchos de nuestros periodistas e intelectuales en agentes de la desinformaci�n checa mucho m�s diligentes de lo que fue el jefe mismo del servicio checo de desinformaci�n. �Cu�ntos, en esos medios, no contin�an actuando como si fuese mucho m�s �tico transmitir a las futuras generaciones, a t�tulo de ciencia hist�rica, la mentira de la que el propio autor reneg� hace 15 a�os?